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El Camino Del Ser Inmortal
potencia sexual

La sexualidad es con mucho, la energía más potente en el
organismo humano. Esta energía, combinada con el
sentimiento del amor, es capaz de llevarnos a niveles de
conciencia nunca antes imaginados. Tanto si la manejamos en
sentido negativo como positivo sigue siendo un fuerte motor
impulsor que puede llevarnos a la perdición o al triunfo.

La energía sexual es la única energía en el organismo
humano que puede crear (de forma natural) el milagro de la
vida.

Para lograr la inmortalidad física es necesario saber
dominar esta maravillosa energía.

La respiración correcta es indispensable en nuestra vida,
y mucho más indispensable lo es en nuestra vida eterna.
Nacemos sabiendo respirar correctamente pero con el tiempo
nos vamos olvidando de hacerlo.

La respiración correcta es llenando primero el diafragma y
por último los pulmones.

Ya pondré un post dedicado exclusivamente a la
respiración, mientras tanto puedes encontrar bastante
información buena en la red.

Por el momento hablemos sobre la importancia de la
sexualidad en el camino a la inmortalidad o simplemente en
el de la espiritualidad.

Imagina un conducto que va desde el perineo (la región que
se encuentra entre al ano y los genitales) hasta la parte
superior de tu cabeza. A través de ese conducto circula
una gran energía que asciende por el área de tu columna
vertebral y desciende por el frente de tu cuerpo (frente,
garganta, pecho, etc.).

La base de ese conducto es un centro de energía conocido
como primer chakra o chakra de la raíz, y en la parte
superior de tu cabeza se encuentra el chakra de la
coronilla. Entre estos dos tenemos otros cinco centros de
energía o chakras que, cuando están abiertos y trabajan
en armonía, nos proveen de qi o energía y nos mantienen
en perfecto estado de salud física y espiritualmente.

En la relación sexual es necesario hacer circular nuestra
energía desde la base de la columna hasta la parte
superior de la cabeza, para luego hacerla descender por el
frente hacia la parte entre el ombligo y los genitales (el
segundo chakra) donde será almacenada como vitalidad pura.

La circulación de la energía a través de ese circuito
durante el acto sexual, combinado con el sentimiento del
amor puro, harán que los orgasmos en lugar de efectuarse
solamente en el área genital se produzcan en todo el
cuerpo en forma ascendente, desde la base de la columna
hasta la cabeza.

El hombre deberá retener su eyaculación mas no el
orgasmo. Mientras más intensos sean los orgasmos de
“cuerpo entero”, más energía se producirá y el
cuerpo, en lugar de agotarse se cargará de energía y se
revitalizará y rejuvenecerá.

El hombre debe regular sus eyaculaciones y con algo de
práctica decidir cuando puede eyacular y cuando no. Si
después de una eyaculación se siente cansado y con ganas
de dormir, es señal de que no le tocaba eyacular. Si se
siente bien, con buen estado de ánimo y lleno de energía
significa que estuvo bien la descarga seminal. Cada persona
es diferente y solamente con la práctica podrá uno conocer
los momentos en que es conveniente la eyaculación o no. Un
hombre enfermo no debería eyacular, pero si su médico se
lo permite, puede tener relaciones sexuales para
revitalizarse (sin eyacualación).

Después del acto sexual, ambos participantes pueden hacer
ejercicios de respiración para “alimentar” todo el
organismo con la energía producida por la combinación
más poderosa para crear energía: el sexo y el amor. La
forma más sencilla de hacerlo es sentir como sube la
energía hacia la cabeza desde la base de la columna en
cada exhalación y sentir como desciende por el frente en
cada inhalación. Al exhalar “aprieta” el área de los
genitales como si quisieras deter la orina. Esto ayudará a
que la energía acumulada en la zona sexual tome su curso
ascendente.

“Para salud y energía, un buen orgasmo al día”

Te recomiendo los libros de David Deida sobre Iluminación
Sexual.